La semana pasada, observé como un alumno de 1º de ESO reaccionaba con alegría al ver este libro en una de las estanterías de nuestra biblioteca:
“Mantenerse en pie en medio de una jauría hostil
equivalía a seguir vivo…” es una de las frases que me impactó cuando estos días, lo releí para escribir esta reseña.
Su autor es Jack London, que debió ser un personaje muy peculiar.
Nació
en 1876 en San Francisco (California) y su temprana muerte (40 años de edad) no impidió que
viviera muchas aventuras y escribiera gran cantidad de obras inspiradas en sus
experiencias, como La llamada de la selva, El lobo de mar y Colmillo
blanco.
La
historia de Colmillo Blanco transcurre en el territorio de Yukón, en Canadá,
donde un clima extremo, muy frío, condiciona la vida humana, animal y vegetal.
El protagonista es Colmillo Blanco, mestizo de perro y lobo, que sufre
el acoso constante de un perro lobo que es mucho más grande y fuerte que él, de
nombre Castor Gris. A su alrededor, la manada y como personajes secundarios,
los hombres y mujeres de la época.
El
siglo XIX fue el de los exploradores, pues muchos territorios estaban aún por
conocer: el Ártico, por ejemplo, o el bosque del Amazonas. El Canadá estaba explorado pero era un espacio muy difícil para la vida, lleno de peligros.
Colmillo
Blanco se ve obligado a desarrollar astucia y también agresividad para
sobrevivir en un medio tan hostil…
No hay comentarios:
Publicar un comentario