martes, 24 de octubre de 2023

BIBLIOTECARIAS A CABALLO, el libro de la semana.


“Cuando los días son gestos repetidos y las noches densa oscuridad, cuando vivir es la proeza, la mirada no puede traspasar el horizonte. Pero el alma busca siempre rendijas por donde escapar serpenteando, despegar las alas y volar. Volar con la historia que palpita en una vieja canción. Volar cruzando el universo que renace cada vez que se abre un libro”.



Así empieza Bibliotecarias a caballo, un precioso libro escrito e ilustrado por Concha Pasamar. Cuenta una historia que sucedió en la región de los Apalaches (Estados Unidos), entre 1935 y 1943: el presidente Roosevelt contrató a un grupo de mujeres para que trabajaran como bibliotecarias en los años de la Gran Depresión, en el marco del programa "New Deal", que tenía como fin recuperar la economía norteamericana, tanto en zonas urbanas como rurales. 

Además de promover el empleo masculino en los sectores tradicionales, se incentivó el trabajo de las mujeres en labores consideradas "femeninas", como la costura, la cocina, el cuidado de las personas mayores ¡y las bibliotecas! A las mujeres que contrataron para este último servicio se las llamó las Pack Horse Librarians, y eran encargadas de trasladar los libros a las aldeas y entregarlos en las propias casas, la mayoría de las veces desperdigadas entre los valles. 

 Su puesto no estaba detrás del mostrador de préstamo ni delante de los anaqueles de libros, sino a lomos de sus caballos o al volante de su coche, como podemos ver en las imágenes que tomamos prestadas de https://soybibliotecario.blogspot.com/2020/12/bibliotecarias-caballo.html


“Había que ser muy fuerte, y muy valiente también, para ser bibliotecaria a caballo”. Se llamaban Nan, Grace, Mary Ruth, vestían ropa y calzado cómodos y llevaban una bolsa o alforja cargada de libros. No solo hacían préstamos de otras de literatura: también llevaban revistas, folletos y libros que explicaban temas de economía, horticultura, medicina natural, historia.



L profesión de bibliotecaria requiere multidisciplinariedad: entre préstamo y préstamo, se reunían en la sede central para reparar las obras e incluso para crear otras nuevas, sencillos libros de recortes con noticias de actualidad, a modo de periódicos o revistas.





Los libros se convirtieron en “puertas, ventanas, viajes”, crearon vínculos entre la población, sirvieron de goce y de disfrute. Ayudaron a superar unos años aciagos, alimentaron la esperanza. También demostraron el interés de la Administración por una actividad tan sencilla y universal, como la lectura. 

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En cuanto a Concha Pasamar, la autora de este precioso libro ilustrado, es profesora de Lengua Española en la Universidad de Navarra. Sobre todo, es muy inquieta y una trabajadora incansable, de ahí su actividad como ilustradora y escritora. Ha publicado muchas otras obras, como por ejemplo "9 lunas. Poemas para esperarte" o "Cuando mamá llevaba trenzas". Este es su blog, que os animamos a visitar. Sobre todo, os recomendamos la lectura de sus libros.