El árbol de Yoli continuará creciendo, curso a curso
Maribel, profesora de Latín y Griego, adapta un antiguo poema escocés y lo dedica a Yoli, el día de su homenaje (5 de mayo de 2022).
Así, ante estos momentos amargos nos encontramos con dos opciones:
Podemos llorar porque se ha ido o reír porque ha vivido.
Podemos cerrar los ojos y rezar para que vuelva o podemos abrirlos y ver todo lo que ha dejado.
Nuestro corazón puede estar vacío porque no la podemos ver o puede estar lleno de buenos momentos que con ella hemos compartido.
Podemos llorar, cerrar nuestra mente, sentir el vacío, dar la espalda, no avanzar o podemos hacer lo que con seguridad le gustaría a Yoli: sonreír, abrir los ojos, tener esperanzas, luchar y seguir adelante.
Y… como vitalista y alegre que era, seguramente nos está diciendo: no he muerto, solo me fui antes.
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